La Ley vigente estipula que las deudas bancarias tienen un plazo de prescripción según el producto o servicio de origen. Deudas hipotecarias, préstamos personales, tarjetas de crédito, caducan después de un período de vencidas. La prescripción es la pérdida de todo derecho por parte del acreedor a la reclamación de la deuda.
Requisitos para que prescriba una deuda
De la misma manera que está especificado el plazo de caducidad de una deuda, también están expresados los requisitos para la prescripción.
El deudor no debe haber aceptado la deuda pendiente de pago ni de forma expresa ni tácita.
El acreedor no debe haber iniciado acciones extrajudiciales o judiciales para la reclamación de la misma.
Estas condiciones son en realidad muy difíciles de cumplir, solo podría tratarse de un error. Es muy difícil creer que una entidad bancaria no realice acciones para disminuir su cartera de morosos durante el período establecido. Por lo tanto, las deudas bancarias podrían no terminar nunca y ser una sorpresa muy desagradable en algún momento.
Otro detalle a tener muy en cuenta es el reconocimiento de deuda a través de una resolución judicial que indica que no tiene prescripción. Más allá del tiempo que pase, si la resolución así lo indica la deuda permanecerá por siempre. A esto se le suman los intereses y costas, motivo por el cual siempre es aconsejable negociar.
Plazos para que prescriban las deudas bancarias
Las deudas con tarjetas de créditos suelen tener una fecha de caducidad de 5 años. Está claro que el negocio máximo de las tarjetas son los intereses y las refinanciaciones. El aparato financiero tiene ya organizado un plan de gestiones de cobros para reactivar el calendario.
En cuanto a los créditos hipotecarios bancarios, la norma dice que prescriben a los 20 años desde la fecha de vencimiento estipulada por contrato. Nuevamente es imposible pensar que el Banco no activará su estructura para solicitar el pago de la deuda. De forma general, las acciones se realizan a los tres meses. Si no lo hacen de manera temprana no quiere decir que lo olvidaron. Y durante todo el tiempo que transcurra, la cuantía aumenta exageradamente.
Es recomendable en todo caso solicitar la ayuda de un asesor para renegociar planes de pago y evitar embargos o ejecuciones. De lo contrario, están dispuestos al azar. En Defensa del deudor tenemos una amplia experiencia en este tipo de situaciones, somos tu asesoría de confianza.